Destacado

Un espacio.

A veces escribir puede ser un acto de inspiración. En esta ocasión, mi inspiración: la naturaleza, algunas montañas y los viajes.

Llanada grande – Puelo. Patagonia Chile-Argentina.

Escribo bitácoras con el fin de patentarmelas como un recuerdo personal que surge en ese momento… Y para ellas, este espacio.

Feliz viaje por mi blog!

Vamos a Puelo y te presento Llanada Grande

Rutas del cruce andino. Un pedacito de la frontera patagónica entre Chile y Argentina.

Punta Canelo. El puerto que conecta Puelo con Llanada Grande, Lago Tagua Tagua.

Quizás sea la bitácora con mejor exposición de fotos del sur hasta ahora, como bien diré ‘hasta ahora’ jejeje.. y es que recién llegada al sur a los pocos meses empezando la primavera aun siendo época de cuarentenas y controles sanitarios, un grupito chico de 3 aventureros que recién conocía y yo decidimos tomarnos los días de un puente (feriado) conjunto al fin de semana para escaparnos a las zonas sur de la ciudad donde ya residía (Pto. Montt) y así siendo Noviembre del 2020, me animo a llenar mi 2da mochila recién comprada y emprender el viaje; aunque este era mas cómodo de los que yo ya traía costumbres mochileras, pero vamos pues siempre una aventura me animaba a coleccionar paisajes y nuevos lugares para mi retina y experiencias.

Ya decididos a irnos en la estación de barcazas…

Habíamos salido entre las 4 y 5 am de Puerto Montt con dirección al camino de Ensenada, nos acompañaba la Luna Llena maravillosa como vigilante del Volcán Osorno sobre-puestesita mas arriba de él por un lado como una postal que aunque no pude capturar mantengo intacta en mi memoria conjunto a la vibra increíble que me transmitía ese siendo la primera vez que lo veía, y tan de cerca a tan hermosa hora de apertura al amanecer por la carretera… Inesperado e increíble.

En primera instancia fuimos de Puelo comuna de Cochamo directo al Puerto de Punta Canelo, sin medida del tiempo exacto porque no recuerdo a estos momentos.. pero si muy temprano como reflejo en estas fotos, los mismos que empezamos desde Puerto Montt, Juan, Alexa y yo.. haciendo parada en la estación de barcazas que salían hacia Llanada Grande y tomándonos un café improvisado preparado en el maletero de la camioneta »a ver si salían ese día» »a ver como estaba la cosa»… con respecto a los controles por medidas de seguridad y todos los contra que pudiesen haber para ese entonces..

Primera llegada a la estación que hicimos desde muy temprano…

Ya de vuelta al Pueblo de Puelo pasamos a buscar a un 4to acompañante. . . ‘El Brayatan’ un chico Argentino que se residenciaba en estas zonas de hace un tiempo y era amigo de Juan…

Iglesia de Puelo.

Callesitas y plaza’ por Puelo. Caminando, andando, capturando mientras esperábamos a Bayatan.

Plazita de Puelo – Comuna de Cochamo.

Una vez los 4 ya juntos en carretera de regreso al Puerto de Punta Canelo llegamos y viendo que habían salidas en barcazas nos enrutamos y cruzamos a la maravilla de Llanada Grande un paraíso natural entre bosques, montañas pluviales y fiordos de la frontera con un color azul verdoso.

Llegando luego del cruce por fiordos a Puerto Maldonado.

Puerto Maldonado.

Que rico se hacia sentir la zona sur. Resumiendo que arrendamos una cabaña para los cuatros con muelle y salida al lago ‘Azul’ hicimos asado al aire libre, tomamos chelas, conversamos y la pasamos raja! (como dicen por acá para referirse a Estupendo o Buenisimo ^^!) La noche, los cuentos, las tallas, la joda y las estrellas en medio del frio, mucho frio, pero luego recalentaditos adentro por la estufa a leña de la cabaña que caracteriza la onda Sur seguimos conversando.

Al día siguiente nos decidimos ir a conocer la famosa cascada de Llanada y esto fue lo que paso . . . .

Magia.

Dudo y creo, dudo y creo. »Dudo cuando me vaya del Sur».

¡Me estaba encantando mucho!


Vivir en el Sur de Chile, una circunstancia que se convirtió en decisión.

Naturaleza exuberante, casi indómita y privilegiadamente fría, muy fría. Se interpone por el medio de ella una carretera extensa conocida como La Ruta 7 y antes de ella la Carretera Panamericana conocida como La Ruta 5, columna vertebral que conecta todo Chile y comienza desde la región norteña de Arica y Parinacota hasta terminar en Los Lagos, región en donde ahora resido e inmediatamente conecta con La Carretera Austral dicha Ruta 7, inicio de la Patagonia Chilena.

Parque natural Luis Ebel. Valle Volcanes – Pto Mont.

Un 7 de Julio de pleno 2020 en Pandemia bajo un estricto protocolo desplegado al rededor de todo el país por encontrarnos bajo Cuarentena Total a partir de las siete y media de la noche comencé a recorrer esa Ruta 5, partiendo desde Santiago a esta nueva Región, exactamente para residenciarme en la ciudad de Puerto Montt, misma capital de la mencionada región de Los Lagos; era invierno y llovía incansablemente en todo el sur del pais. De hecho, al despedir Santiago un día antes haciendo algunos trámites administrativos que me solicitaban para atestiguar mi mudanza ante las autoridades y me dejaran salir de la ciudad capital recuerdo que en ella también llovía, algo que difícilmente sucede Jejeje.

Una conocida que hacía tiempo ya había vivido ahí en el Sur y la mencionada ciudad me invitaba a la aventura de irme hasta allá y x unos cómodos costos arrendar algo particular para mi, mientras mantenía otro estilo de vida totalmente distinto al que conocía en Santiago, tome la aventura y con la oportunidad de que mantendría mi trabajo de forma remota para ese entonces, confié en la absoluta decisión de irme ‘a ver que tal’ y así un lluvioso 8 de Julio después de 13 horas de rodada por la Ruta 5, llegue al terminal de Puerto Montt con una maravillosa vista que me asomaba la vitrina del Terminal Municipal de Buses y me mostraba un inmenso mar de frente a toda la ciudad.

Costanera de Puerto Montt. Año 2020.

Costanera de Puerto Montt. Iniverno 2020.

Y así entre la magia de un estilo campestre, rudimentario, conocer las estufas a leña y sentir ese olor a tierra mojada casi diariamente conecté con una tranquilidad que se levantaba entre las mañanas de lluvias con un trabajo desde casa, té, frustras frescas y pintar mándalas.. Poco a poco me envolvía en una calidad de vida y tranquilidad implacable que no me iba a dejar arrebatar fácilmente.

Comuna de Puerto Varas y Lago Llanquihue.

La primavera llego y me convencí aun mas de esto. Era un lugar bellísimo con conexión inmediata entre tanta naturaleza y paisajes que al voltear las vistas encontraba entre uno y otro totalmente agradables, era el conjunto de una ciudad portuaria formada entre praderas (campos) e influencia arquitectónica de colonias alemanas, los que en una anterior oportunidad habían migrado estas zonas y aledañas poblándolas con sus culturas.  

Pto. Montt, ciudad vista desde la costanera.

Vista desde el mercado típico de Angelmó.

Buque escuela Esmeralda de la armada chilena al fondo.

Una casa linda en calle Argentina.

Ahí apenas comenzaba la aventura . . .

Playa El Canelo, un verano sin protector!

En Febrero del 2020 un poco antes y justo a tiempo de que explotara el mal de una tal pandemia, »la aventura de algún verano» nos motivo a un grupos de amigos y a mi a tomarnos un tiempo de fin de semana hacia una de las playas de las costas del pacifico, justo en la ciudad de Valparaíso, provincia turística de Algarrobo.

De entrada me pareció un lugar bastante distinto a lo acostumbrado para ser una playa, aún mas siendo verano. Era un toque de misticismo que le invadía, sobriedad y misterio, cubierta por un rico bosque de blandas y finas arenas que predecían su entrar y al mismo tiempo por toda su extensión se alzaban inmensos pinos a una altura sobre los 15mts aprox.

Siendo esta una linda entrada, cómoda y tranquila nos llevaba en bajada hasta la costa pacifica que bañada por un tono de mar azul egeo, hermoso y muy limpio brindaba una forma distinta de mirar el mar.

Entre caminerios construidos de madera que conectaban al área del balneario, puestos y sus duchas, todo bien organizadito la playa El Canelito se apuntaba un 6 de 7 para brindar comodidad y tranquilidad de playa a ‘un típico turista’ que lo deseé, al menos a esa hora en que nosotros llegábamos, 8 de la mañana en punto, fueron un par de horas mas adelante donde pareció ser la mejor opción de muchos y locales pues la playa se enfullooo ‘por decirlo’ (se llenó, se puso full) yo la verdad, disfrute mas la camineria entre las rocas hacia la parte oeste, una cueva que se observaba a lo lejos un tanto misteriosa pero no exploré ni entre, disfrutar de la brisa, las aves, del oleaje frío a lo lejos y luego si haberme podido quitar el sweater pasadas las 2 de la tarde y echarme un rico baño en esas aguas de alzadas y bien FRIASSS olas. Resultó.

Playa el Canelo o Canelillo como también vi que le dicen, me pareció una rica opción de playa pero como para disfrutarla mas bien sola o entre pocas compañías, en otra época o estación del año, donde no circule tanta gente donde entre un buen vino y un picnic. En todo caso!

Igual es una playa lo bastante fría.

Hay placer en donde rezas.

Dunas de Concón ubicadas en Reñaca, V Región. Viña del Mar-Chile.

¿Has oído hablar sobre la ley de atracción o algo parecido a manifestar tus deseos? …En periodos de tiempos cortititos o a veces un poco mas largos estos puedes cumplirlos, algo así pasa con los lugares donde al menos yo, siento que rezo, comulgo o entre otras cosas entro en contacto con algo mágico »Algo superior» En la naturaleza he ahí donde a mi el alma se me alimenta.

Por extrañas y particulares razones de exploración me interesaba mucho desde que llegue a Chile la idea de conocer específicamente »Las Dunas de Concón» y estas me quedaban un tanto cerca. Ubicadas al norte de Santiago en la región de Valparaíso, enumerada como la V región de Chile, exactamente en la ciudad de Viña del Mar.

Así mismo por causalidades o atracciones de una vida conocí a Camilo, (Chileno y residente de la misma región) quien siendo un amigo se pasaba a la ciudad de Santiago de vez en vez y en una oportunidad de visitarme me invito a su región, acepte su invitación un par de fines de semana mas adelante y el siguiente sábado libre de mis labores en la ciudad me aventuré a conocer la V (La Quinta) como le dicen. A 2hrs de Santiago.

Y ahí comenzaba la aventura, primero de encontrarme con Cami, al llegar a Viña del Mar, pasarme buscando, irnos al super por algo de picoteo y bebestible »copete» (como aquí le dicen al licor) y aventarnos a subir las dunas, entre el sol agradable de un Febrero, (Verano) caminar alzar la vista y disfrutar del paisaje simplemente, sentarnos a esperar el atardecer en las mágicas arenas de Concón que nos asomaba a toda su costa pacifica y con todo lo linda de la ciudad al oeste; conversábamos, disfrutábamos y brindábamos hasta que caía el increíble Sunset at the hight beach, la verdad yo siento que conecte con el sitio.. Ya había hecho algunos trekkings en partes de la cordillera andina entre Santiago y montañas de la misma ciudad y no había conseguido como ese PUSH (o empuje) con algún lugar de Chile. Gracias mientras tanto.

Ya de bajada.. Ya de retiró… ¡Voltea, otra foto!

Al caer la noche mientras paseábamos y buscábamos algo de comer por las caminerias de la ciudad conocí el Muelle Vergara y entre las largas platicas con Cami mientras caminábamos bordeando el mar frente a sus malecones escuché ‘Dust in the wind» una canción sin precedentes que me mantiene presente a una persona especial que se convirtió en eso para mi »Polvo en el viento» y entre algunas estrellas, nuevas y mágicas personas o simplemente en eso, »viento» le sentí presente entre el Aire.

Muelle Vergara.

Una antigua estructura de uso industrial e hito turístico en la ciudad y que ocupa un lugar prominente en el borde costero de la Población Vergara, construido entre 1893 y 1894.

El muelle fue completamente restaurado en 2016, momento en que se le añaden miradores desde los cuales se puede ver la amplia bahía de Valparaíso.

Termas, chelas y muchas estrellas.

Base camp, termas de Colina. Cajón del Maipo. Dic-2019.

Nos fuimos! Dora, Patty, Kathy, Evelyn y yo. Se armo un grupito de whatsapp para coordinarnos en el cual solo conocía a mi colega Dora, la que me había invitado, y así luego de tener armada mi mochila tome mi parca para el frio y salí del departamento bien temprano. Chuuuuuu...!

Ha pasado un tiempo largo ya para transcribir este viaje, paseo o rato bien disfrutado.. El punto es que la aventura siempre llama y a estas nuevas chicas que conocía les encantaba y además ya acostumbraban a andar de ‘patiscalientes’ o »patiperrear» como le llaman aquí, ahora explorando en Chile.

Nos fuimos encontrando temprano en el estacionamiento del automercado Santa Isabel de Puente Alto, la verdad hoy en día no recuerdo ya la estación exacta donde me baje de la línea (6) del metro de Santiago, sé que recorrí tanto hacia abajo y hasta haber pasado por una estación de nombre Simón Bolívar…

Termas de Colina o Termas del Valle de Colina, es uno de los atractivos turísticos del Cajón del Maipo. Conformado por 9 pozones de agua termal, con temperaturas que van desde los 25°C a 55°C las cuales ostentan increíbles vistas a la cordillera y en las temporadas de otoño, invierno o comienzos de la primavera estas se encuentran nevadas, también sus aguas se consideran con facultades medicinales, que se dice ayudan a personas con dolencias reumáticas, enfermedades de la piel y estrés.

Una vez reunidas en el estacionamiento del automercado donde nos esperaba Katy en su camioneta que nos trasladaría, entramos al Santa Isabel a realizar las compras (Carnes, vegetales, pan para acompañar el asado y por supuesto un buen vino + las chelas) Ya listas tomamos dirección directo a la carretera Los Peumos, San Alfonso y San Gabriel las que nos conecto a el pueblo de »San José del Maipo» hicimos una segunda parada de compras, desayunamos unas ricas empanadas y llegando al puente El Cristo del Rio Maipo y Las Melosas nos pusimos a explorar, sacamos fotos y almorzamos mientras descansábamos bajo la sombra de un arbolito, luego continuamos en el auto con dirección a la entrada del Valle Termas de Colina.

Ya en el parque instalamos campamento (5) chicas empoderadas luchando contra el viento, preparamos un super asado de choripanes y mmmhh quedaron ¡riquísimos! disfrutamos de la vista de las estrellas que el lugar por si solo y despejado nos regaló, platicábamos (de hombres jajaja) y nos reíamos de todo y todo esto bien acompañadas de cervezas y ya durante la tarde/noche, algunas nos aventuramos a subir a la colina para darnos un rico baño en las termas antes de dormir ya de noche, pero nada que ver las fotos por aquí, no las conserve, no las tome, ni me preocupé.

Las Melosas.

Las melosas, es una formación geológica producto de la erosión del paso del río Maipo a pasos de Puente el Cristo en Los Quiltehues, cuyas formas fueron obra de la naturaleza y la erosión durante miles de años

Una de las termas….

Una foto rapidín en una de las termas ya antes de irnos…

De mis primeros días en Santiago.

La verdad, fueron los días mas locos y revoltosos de la historia! Entre ser la compañía de los apurados arreglos legales de mi hermana (Desirée) quien me recibía y vivir el choque cultural de una forma muy personal, rayar en el error y volverlo a intentar. Conocer, crecer, no darme a conocer, asumir el error y así…De eso se trataba.

Catedral Metropolitana de Santiago. Construida entre 1748 – 1800

Acompañaba a Desirée en sus acelerados días de papeleos y tramitación migratoria por la segunda vuelta de Residente Temporario a Extranjero con Permanencia Definitiva para ella. Yo en este show a penas estaba llegando y me faltaría recorrer todooo esto un año mas adelante. Mientras, conocía pero muyyy rapido en un vai-ven las calles a Santiago.

Me equivocaba, me desplegaba, confundía calles de circulación vial como bulevares.. y etc…

Parque Forestal.

Me reencontré con Johana, una persona especial y significativa para mi (Como una 2da hermana) que ya tenía algo de tiempo viviendo acá.

Metro de Santiago-Estación Bellas Artes.

Caminaba sola por las calles y estaciones de Santiago para conocer y explorar. Perderme, encontrarme, volverme a perder, descubrir la ciudad jajaja.

Otoño con amigos en el Parque Forestal.
Amigos.
Nuevas amigas.

Hacía nuevas amigas en »La Pega» (el trabajo) y era invitada a la colación especial de los sábados.

Cerro Manquehue 1.635m.
Cerro Alto el Naranjo

Conocía un poco los cerros y montañas principales de la ciudad..

José Gregorio & Argenis. Santiago Centro.

Me reencontraba con viejos amigos locales de Venezuela.

Santiago y la cordillera desde Estación Central. Inicio del Invierno, 2019.

Saber que seria una ciudad trampolín, sin esperármelo tan pronto realmente.

Ese día presentí por alguna extraña razón que no pasaría mucho tiempo en Santiago.

Viajar no es lo mismo que emigrar.

Vértigo. Vértigo estomacal, vértigo respiratorio; quedan solo 2 días, la maleta esta lista y además empaquetada con varias vueltas de papel autoadhesivo resumiendo toda mi vida en tan solo 23Kg, ya en mi habitación sola y sentada la veo, puedo sentir el vértigo venir muchiiiisimo mas fuerte que las veces en que hacia unos meses atrás practicaba deportes de aventuras en medio de la naturaleza y a grandes alturas que me exponía y nunca temblé de miedo, por el contrario eran una satisfacción total para mi, tampoco nunca había sentido que todo un resumen de TU VIDA, tu »AMA» vida, te puede pasar en marquesinas rápidas por la mente y llegar al punto de despedir todo eso llorando a gañotes silenciosos sola porque un paso cumbre comenzaba. Adiós Ávila, Adiós viejos y nuevos amigos, Adiós costumbres y un hasta pronto, Padres, Familiares y Sobrinos que con tanto amor los acompañe en estos cortos 26 años. (Abril del 2019).

A tan solo 2 días antes de mi vuelo tuve que ir al hospital y me diagnosticaron una hiperventilación pulmonar, vulgarmente digámosle »tos nerviosa» todos lo sabíamos, los nervios de la pre salida son reales, aunque yo me lo tomaba al natural y con calma la tos seca e inconsciente me delataba, ya hoy es solo un recuerdo de aquel puente y umbral que me tocaba cruzar.

Cinetismo de Cruz Diez. Aeropuerto Simón Bolívar-Venezuela.

Con una hora de abordo al vuelo de las 11:00am, debí salir de Guatire y de mi casita a las 5:00 de la mañana para estar las dignas 4hrs antes que corresponden al Aeropuerto Simón Bolívar. Caracas se vestía de nubes, el Ávila no me saludo, no lo pude ver al pasar por la autopista, obviamente dadas las condiciones climáticas tampoco se despidió, había un roció de lluvia y nunca vi las nubes despejar mi ciudad y mi montaña. Me despedí con mis padres y un gran amigo que nos aventó hasta el aeropuerto, Emmanuel Dasilva. Entre ratos en el cafetín, el check-in y el paseo de Cruz Diez se hizo la hora de pasar el umbral de salida, luego el escaneo de las maletas y en la fila frente a mi vi a ´´los aventureros´´ una gente feliz, los que me habían enseñado un mensaje de la vida, eran unos locos mochileros (extranjeros) que quizás tenían rato dando la vuelta por ahí por mi país y quien sabe a donde mas irían…

El punto es que después de pasar del escaneo personal y de las maletas y entrar a la FREEZONE, el DutyFree del aeropuerto, no hubo tantos miedos, no sentí tantos apegos, la sensación de tranquilidad por no saber que venía era como un estado de confort y propiedad que me invadía (sabia que después, mas adelante jaja, al llegar a este nuevo País debía pasar algunos filtros y pruebas de estadía) Pero cuando conoces el placer de estar lejos del área de confort y lo que conoces sabes que es totalmente placentero sentirte así, ¡Increíble! para quienes lo han experimentado, saben de que les hablo.

Las mejores y disfrutadas 9hrs de viaje. Durante el despegue una vez mas no pude ver al Ávila desde lo alto para despedirlo jajaja es que él y yo no nos hemos despedido realmente. Casi lloro, no, ya va, controla las emociones, me apoyo en los demás y volteo a conocer a mis compañeros de asientos, era un chico joven aprox. 32 años no recuerdo bien, y una guapa de Pto. Ordaz, 24 años me confirmó. Los amotine de conversaciones y preguntas para darles ánimos, ánimos y mas ánimos por sus confesiones al miedo que les causaba migrar, era normal sentir esto, pero a mi por el contrario se me activo la chispa aventurera mientras volteaba a ratos embelesada por la belleza del mundo, las venas de la tierra como los ríos del Amazonas que se comparten entre Venezuela y Colombia, apreciar como va cambiando la geografía del mundo, desde las montañas altas y nevadas de Ecuador, el MAJESTUOSOS Y ENAMORADA QUE ME DEJO »DESIERTO DE PERÚ» Si… ese »peladero de chivo» (Espacio solo y vacío) a mi me robo el corazón y genero una conexión especial con solo verlo desde lo alto. Pasadas las 4:00pm Estacionamos en el Aeropuerto Internacional de Pisco (Perú) para una recarga de combustible y cambio de Azafatas, pero minutos antes mientras aterrizábamos lo que mi corazón mas allá de mi vista presencio fue una hermosa población en medio del mismo desierto que me tomare la tarea de averiguar mas adelante y quién quita, quizás un día visitarla. Ahora con dirección al Aeropuerto Internacional Arturo Comodoro Benítez de la Ciudad de Santiago, para mi hoy en día cuando escribo esta bitácora con cariño »La ciudad de las fieras».

Jajaja.. No por nada malo, Santiago es una excelente ciudad! Con su ritmo como todas las ciudades que nos hacen ver como fieras de concreto dado a su día a día.

9:00pm. Llegue. Un aterrizaje satisfactorio. Seguí en compañía de aquellos amigos de vuelo que había hecho con dirección al protocolo de desembarque en suelo chileno y el ingreso a una micro que nos llevaba hasta el área interna del aeropuerto nos fuimos dispersando cada uno por su dirección, no los volví a ver mas… Llegue al anden de maletas obviamente como soy de despistada nunca me di cuenta cual era la mía y pase unos minutos ahí por gusto esperando que saliera, hasta que un trabajador del aeropuerto capto mi atención y me pregunto si algunas de las maletas que habían colocado atrás era la mía y ¡Ah! Me fije, si ja,ja reí la tome le di las gracias y me fui..

Por el canal de salida como el de la luz en un parto… Yo, el bebé naciente en esta historia me dirigía. No entendía nada, saludaban montones de personas con carteles y pancarticas que esperaban a sus familiares emocionados tras las barandas de aquel pasillo, yo sonreía emocionada porque ya iba a ver a mi hermana y los que esperaban mi llegada y así de pronto me acerque mas y ahí estaban en la salida de esa cesárea, Desirée, Marcelo y Jocsan. Un encuentro lo bastante alocado, acelerado y emocionante, el abrazo reponedor nuevamente de mi hermana después de casi 2 años, la sonrisa satisfecha de Marcelo y el levantón de Jocsan por la emoción. La verdad esta llegada fue bastante LOCA. Todos estaban emocionados, Desirée me abrigaba con una parca mientras Jocsan y Marcelo se paliaban por ver quien de los dos llevaba mi maleta JAJAJA. Inmediatamente salimos del Aeropuerto y lo que vieron mis ojos no es ahora tan igual como se veía en Venezuela, era La Luna, inmensa y llena se veía tan cerquita como si pudiera a alcanzarla. Guao! expresé.

Sí, la luna se ve mas cercana en los cielos de Chile. Creo que podría alcanzarla.

Una aventura sobre los Morros de San Juan.

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Leo Trejo, Leo on the way y yo.

Esta podría haber sido la primera bitácora entre muchas otras, pero no fue hasta ahora que me inspiré a escribir y bajo algunas peticiones fui dándole forma escrita a esta aventura.

Como vengo recordando fuí invitada por Leo Trejo, un amigo que se agrupaba para entonces con algunos tantos locos mochileros y montañistas mas expertos que yo en la materia de aventuras y las rutas de montañas, grupo del que ahora formo parte y siempre que puedo acelerar mi mochila y mis pies salgo con ellos; Esto fue a principios del mes de Junio del 2017.

Partimos desde Caracas – Plaza Venezuela bien temprano en un bus que coordinaba Yunior (Come dulce a morir y reptiliano de una fuerza incansable para correr las cumbres del ávila y cualquier montaña que se proponga ahora en el mundo), ahí mismo conocí a Marco desde bien temprano cuando llegue y quien  se convertiría después en mi -starguide-   y pana (special partner) de otras rutas…

Ya en Plaza Vzla con otros chicos fuimos los primeros en juntarnos a esperar a los demás para partir a San Juan de Los Morros en el Estado Guárico, una vez que todos iban llegando con su estilo propio y demás de energía que los caracterizaba para completar esta aventura.

San Juan de Los Morros denominado La Puerta de los Llanos, en el estado Guárico y a dos horas de la autopista regional del centro con Caracas, nos recibía con buen clima, su gentilicio en el camino aportándonos la dirección, algo estridente la bulla compartida en el bus, pero ¡Adelante Morros de San Juan, vamos a ascender! La vibra aventurera de esta gente se hacía sentir y demostraban su emoción a cada instante.

Nos detuvo en el camino un rebaño de ganado que típico de este lugar, eso no hizo mella para pausar nuestra aventura, pedir los respectivos permisos en INPARQUES y continuar hasta la parte baja de la montaña donde había 1 sola vivienda que ahí albergaba a una pequeña familia, con un tanque de agua lo bastante grande y una manguera que derrochaba bastante agua, la única que conseguiriamos en todo el paso, por lo que debíamos aprovechar, tomarla y recargar cada uno sus envases, hacer cualquier cambio de vestimenta que nos sintiera mas cómodos para el trekking y comenzar a subir cómodos e hidratados.

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Durante el ascenso la pausa me acompañó, jajaja.. nunca he sido muy amiga del sol y este pues me contrarresta capacidad para caminar bajo él, sin embargo Leo, Mayling y otros compañeros iban al mismo paso que yo, así como la cantidad de ciempiés que me canse de notar y contar por su gran tamaño en el camino, pero estos no afectaban. Cuando estás en plena naturaleza abierta también te conviertes en parte de su fauna!.

El Morro Mayor el cual ascendimos tiene sobre su cima de unos 1.060mts una construcción actualmente desgastada y hasta un poco oxidada por el pasar de los años, la cual fue un faro hecho a base de hierro mandado a colocar en el año 1920 por el presidente Juan Vicente Gómez, a fines de orientar a los pilotos aéreos que sobrevolarían en aquel entonces hacia el aeropuerto de Maracay.

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Los Morros de San Juan, están constituidos por formaciones elevadas de roca caliza y arrecifal, y según investigue »Originalmente, formaron parte de un antiguo arrecife coralino que creció en las aguas someras de un mar interior que cubría el espacio hace unos ochenta millones de años y que hoy corresponden a la región de los llanos.»

Igualmente, la diversión y el compartir del grupo de excursión se mantuvo siempre, entre tantas fotos, disfrutar de la vista, la brisa, comer y la naturaleza que nos cautivo, no fue mucho el tiempo que nos tomamos arriba pues debíamos descender temprano por el horario y las condiciones de esta montaña, ya que es un poco peligrosa dadas sus tipos de rocas caliza y que un aproximado del 60% de su ascenso es sobre escaleras de fierro y algunas hasta llegan a medir sobre los 5mts de altura y como toda ruta que nos deja una enseñanza, esta para haber sido una de mis primeras experiencias lejos de lo acostumbrado me dejó una gran reflexión:

»responsabilidad en nuestros pasos, confianza al ser guiados, seguridad y certeza de hacia dónde vamos y siempre estar prestos a cuidarnos en estos ambientes naturales y de posibles riesgos».

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En honor a Angélica Palencia,

1998-2017.

Te cuento sobre Mayorquina y el retorno fallido de Yapascua…

Bitácora en fotos. <Me reserve el hecho de escribir en esta oportunidad por motivos que conmovieron mi capacidad de apreciación en un 100% al viaje, ya que es difícil ver y me puso sumamente vulnerable la situación en que aprecie Venezuela y como van las cosas día a día en los otros estados al interior; igualmente disfrútenla y enaltezcamos lo mejor de este país, por ahora en fotos.>

Mayorquina. Una paradisiaca playa ubicada en el Parque Nacional Morrocoy, al litoral de mi país Venezuela, justo por donde llegas o empiezas el Estado Falcón si vienes en dirección este a oeste.

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Me hacía bastante ruido visual las atractivas fotos de esa playa capturadas por algunos y muy pocos compañeros de aventuras… en especial las de mi amigo Carlos Wilthew (Truflex) quien ya era residente de la zona en Tucacas y anfitrión por haber llevado a algunas amigas mochileras meses antes.

El viaje tuvo la dicha en cuestión de transporte para irnos hasta allá, gracias a Carlos y a Jusmayra que llevarían sus vehículos, por como se presentan actualmente el difícil traslado de un lugar a otro y más si es para viajar por el interior del país, no dude en tomar la cola (aventón) y aprovechar salir un sábado poco antes del medio día hacía Caracas y encontrarme con ellos.

Hicimos unas compras de último momento y pasamos recogiendo a otras chicas más en Valencia Edo. Carabobo, y adelanteee Mayorquina por los siguientes días que estaríamos por Tucacas – Falcón. 

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el Caribe te lo da..

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Azulito, es el color de las aguas benditas que se asoman al frente de mi casa ❤

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Al fondo, la extensión de tierra que se observa es Cayo Sombrero.

 El retorno fallido de Yapascua..

¿Por qué fallido? Tranqui, no tuvo nada de malo directamente, solo que la ruta se nos hizo un poco incomoda por la abundante plaga de la temporada durante el trekking y que la playa no estaba en tan agradables condiciones por falta de turismo consciente, y a mi particularmente porque me tocó percibir condiciones no tan agradables al olfato en el agua. Al menos así fue mi experiencia.

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Amanecer entre mallas

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Recuerden siempre! Retirar su basura, consumir con prudencia y cuidar nuestros parques y espacios naturales. 

LA PRESERVACIÓN DE ESTOS ESPACIOS ES RESPONSABILIDAD DE TOOODOOOS.

Igualmente… Suerte en Yapascua!

Continuar leyendo «Te cuento sobre Mayorquina y el retorno fallido de Yapascua…»

El cielo de Barquisimeto se ve diferente.

MANTO

¿A quien se le ocurre un día Sábado por la tarde partir de su ciudad a otro Estado teniendo que regresar a trabajar un lunes por la mañana…?

A Ricardo Pérez y a mí, Guatire para él, como el nombre de mi ciudad y como decidió llamarme desde el día que me conoció.

La Olla Barquisimeto (14)
Ric.

No volví a zafarme de una aventura con mi ‘pata’ de aventuras‘, valga la redundancia, quien se le ocurría una vez más sonsacarme a otra ruta entre montañas, naturaleza y buenos senderos.

Me fui directo a Caracas un poco después del mediodía para encontrarnos, al llegar él un poco loco buscándome desde su vehículo por las calles de Chacaíto y yo haciéndole señas desde otro extremo; nos fuimos a su depa’ el que nos regalaba una excelente vista 360° hacia lo mejor del este de Caracas junto a La Lagunita y el Ávila y al otro extremo desde la cocina, al Barrio Chapellin y el reloj de La Previsora, ‘RicHouse entre contrastes’ preparamos una pasta, hablamos con Mich<3 (su novia y mi amiga del Roraima) por videollamada a distancia desde Madrid, paseamos a Lupe (su mascota) y al rato nos fuimos a buscar a otra chica que conformaría la aventura junto a nosotros…Barbara Guevahuer.

El Plan sería quedarnos en casa de una MochiAmiga de él en Valencia y salir al día siguiente desde bien temprano para Barquisimeto. Pues sí, una ruta de Domingo temprano. <Y yo teniendo que trabajar el lunes A.M.>

La Olla Barquisimeto (3)
Road Valencia

Durante el roadtrip rumbo al occidente del país nosotros perseguiamos el atardecer con ARIZONA – Where I wanna be desde mi playlist.. Riéndonos de las anécdotas y momentos durante otras rutas de cada unos hasta llegar a Valencia, donde comenzaba la aventura de saber la dirección exacta de esta chica que nos daría asilo por esa noche en su casa de familia, Anieli. Disfrutar con Ricardo y Bárbara un buen rato fue comiquísimo mientras casi atropellábamos un gato por la ciudad de Valencia desorientados y nos desaparecíamos aún más de lo que ya estábamos, por accidente entramos a una dirección equivocada de un barrio con banderas y consignas de los Colectivos Tupamaro. Nos tocó aguantar, y preguntar, ahora si no sabíamos ni dónde estábamos jajaja..

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Una parada en el Stadium de Barquisimeto.

Salimos. Con suerte y la poca luz que veíamos, seguimos conversando vía telefónica con Anieli para acertar con la dirección y llegar justo a su casa en la Urbanización…ya no me acuerdo, en aquel momento sí. Ja,ja.

Llegamos, saludamos, descargamos las mochilas y medio nos retocamos el aspecto para seguir a otra ruta, la de comernos algo o conocer la ciudad un poco más de noche mientras nos encontrábamos con un primo de Barbarita que era residente, así hicimos y de pronto ya estábamos en una de las Av. mas concurridas de la zona por sus opciones nocturnas en Valencia decidiendo cuál era la mejor opción para entretenernos un rato, comer algo y tomarnos unas frías tranquilitamente mientras conversábamos. Estacionamos en Rico Ricon y las buenas horas que pasamos ahí entre bebida’ y comida conversando fueron amenas, entre otras cosas donde yo particularmente me entretuve de ver a las personas a lo lejos un poco descontroladas por la vibra rumbera, jaja.. Era divertido solo ver. Luego debíamos irnos a descansar mientras, nos esperaba al amanecer un día de trekking bueno entre los senderos del P.N. Terepaima en Barquisimeto Edo. Lara.

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Chelas en Rico Ricon

7:00 am en la estación de entrada donde nos citaron, conocemos a Kari Rodri.. (Karina Rodriguez) la chica que nos iba a guiar junto con sus otros compañeros, para mí ‘Los Guaros’, porque todos eran del estado Lara, incluso ella que ya hacía unos buenos contactos en Caracas por otras rutas y por eso la invitación. Nos presentamos todos en un círculo conformado por las personas que realizariamos la ruta y arrancamos a caminar sendero adentro para las montañas que nos conectaría entre fincas y lindos paisajes al Pozo La Olla.. Un Pozo que ya había stalkeado antes de irme y parecía bastante interesante.

Unas que otras picas para adelantar el camino, buen ritmo, una evidencia de los cuatreros al paso, sí ‘los cuatreros’, como me sorprendieron al gritar Los Guaros que venían tras de mí.. ‘’Los Cuatreros, Los Cuatreros’’ se trataba de los delincuentes o bandidos que se encargan de asaltar las fincas y parcelas, sus animales y en esta ocasión el ganado que en el camino encontramos, una vaca descuartizada, lo que me causó gran impresión y un leve mareo por el olor que no deje alcanzarme tanto, junto al roer de las moscas que había a su alrededor, tuve que pasar ese tramo como el más fuerte de todos y ahí si continuar el trail hacia un bosque de puras hojas secas y lo suficientemente frescas y agradables, por lo que disfrute mucho esa entrada.. en ese parque noté que practican muchos deportistas del running de montaña, atletas iban y venían, saludaban daban sus buenos días y continuaban su trail con buena energía, la que se hacía contagiosa para continuar; hice parada en el bosque y con una frescura absoluta, reposamos en un particular árbol con la forma de la letra ‘’e’’ en minúscula y donde me reprocho no haberme sacado una foto porque simplemente no quise en ese momento, pero era un lindo lugar debo acotar, esperé a mis demás compañeros llegar y escuchaba a Los Guaros hablar entre ellos con su acento comiquísimo jajaja…

De entrada al pozo anteriormente comenzamos a ver los senderos entre riachuelos y lindas caídas de agua, al llegar todavía no se me acercaba Ricardo, por lo que tuve que entrar indistintamente y tomarme la sorpresa sola, esperarlo a él y a Bárbara junto a Anieli. Al rato comenzamos a disfrutar de las fotos, el buen rato y compartir entre otras meriendas mis exclusiva lata de Pepitonas que no puede faltar entre mis caletas para acompañar con galletas saladas!

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Pozo La Olla al fondo…

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El momento en que se me derritio un musculo…

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¿Por qué el cielo de Barquisimeto se ve diferente?

Simple y sencillo. El estado Lara con su capital Barquisimeto, se encuentra en el extremo centro oeste de Venezuela donde más lento parece despedirse el sol y los atardeceres que regala son de invaluable color.

Salir del PN Terepaima y la ruta de La Olla pareció eterno, pero para mí 100% disfrutable corriéndola, como el sol me quemaba preferí pegar un trail de aquella salida que parecía idéntica de seca y larga a la de Paraitepuy, eteeeerna para salir; al rato, como cosa rara ya entre nosotros de andar perdidos, buscabamos muertos de la risa donde habíamos dejado estacionada la camioneta de Ricardo,  fuimos los primeros en salir de la montaña e irnos porque era tarde, porque teníamos que regresar a Caracas, porque teníamos hambre y porque mil peros ya… Me lave la cara en una de las viviendas rurales donde pedí agua fresca para lo mismo y beber y nos fuimos rumbo a la ciudad de Barquisimeto, despidiendo su atardecer con colores extremadamente intensos. Encantador! Gracias Ricardo por no querer hacer la parada en el monumento de La Pastora. La foto quedo en deuda, asumo que debo volver a Barquisimeto, esto solo fue un remix de fin de semana.

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Oh, que bueno! Antes de salir de la ciudad de Barquisimeto ya el papá de Ric lo había llamado que mejor no retornaramos a Caracas, ya que se harían las 7:00pm y mejor era que aguardaramos en la ciudad donde estuviéramos, que regresar a Caracas mejor no porque las cosas habían estado tensas días antes… Nos quedamos donde Anieli nuevamente. No tuvo ningún problema en volvernos a recibir.. Y entre tanta joda nos fuimos a buscar a un amigo de Valencia, Oscar! le echamos una buena broma al incorporarse al grupo dentro del carro de la cual Ricardo siempre será responsableee por lo que me reto a decirle y no fuí directamente yo, terminamos cenando unas Pizzas en ‘’Oh que bueno’’ la pasamos bien y al día siguiente ya siendo lunes estaba metida en serios problemas, Ricardo tenía una evaluación a las 9:00am en la Universidad y yo al trabajo sin plan alguno……..

MÉRIDA II. Travesía a la Sierra Nevada.

Así como en la montaña, escribir también tiene su responsabilidad…

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      Ascenso al Pico Humboldt 4.942m.  y travesía hacía el Pico Espejo 4.765m.

(Gavidia - Alto y Laguna de Santo Cristo - Laguna La Verde - Pico Humboldt - Xhomajoma - Pico Espejo.)

La salida, la llegada y satisfacción de haber vuelto al estado Mérida, la ruta de montaña y el naufragio urbano.

Salimos de mi casa aproximadamente a las 7:40am del 23 de marzo mi mochila, mi ángel de la guarda y yo. Me saludo Mariel desde muy temprano ’ ¿A dónde vas con ese bolsote?’’ Jajaja…Mi vecinita de apenas unos 7 años ya tiene sus atributos como vecina digna. Le dije ‘’hola Mariel’’ y continúe caminando, no había tenido una buena noche a parte que demoré en hacer la mochila y terminarla a trancazos antes de acostarme porque no quería hacerla, había estado muy exhausta por haberme separado de algunas responsabilidades que me habían tomado toda la semana, añadido a la planificación de un viaje como este.

Así ya a las 8 en punto creo que estaba saliendo para Caracas, algo natural nada lejos de lo normal y mi costumbre de ir y venir de allá. Llegue a la estación del metro de Bellas Artes y tome la opción que Marco, mi Guía de Montaña y pana de varias rutas me había dado…

‘’Te tengo una opción mucho más mochilera en la que te podrás ahorrar y me harás la segunda de rescatar las bombonas en Maracay’’

¡Bien, la tome! Se trataba de irme hasta Los Teques en metro y así la considere, sería práctica porque también la he hecho. Entonces continúe, entre tanto el metro de Caracas no estaba tan insoportable ya había pasado la hora pico y pude llegar con tranquilidad  de una estación a la otra más las transferencias incomodando a todos los demás con mi humilde mochila de sólo 45lts pero bien cargada..

Recuerdo ‘’creer’’ para ese momento haber visto de todo y las penumbras que se observan en el metro de Caracas así sea desde temprano, pero una de las que más llamó mi atención fue la de ‘Emely’, una niña de apenas unos 9 añitos responsable de sus 2 hermanos, estos más pequeños que ella, despidiéndola en Ruiz Pineda contando y repartiendo el poco dinero en efectivo para ella y los suyos, con una cartera en brazo y desplazándose como toda una señora que resolvía sus asuntos y los de sus niños…

Normal. Llegue a la Estación Alí Primera y ni rayos de hacia dónde agarrar para el terminal de Los Teques, donde ahí abordando a uno de los trabajadores me abordó a mi ‘Henry’ un señor promedio pasado los 45años.

-¡Déjala que yo la ayudo! –Exclamó-

-¿A dónde vas, vas a hacer montaña? –Me pregunto-.

Con su tumbao y su vibra me lo decía todo, era un trotamundos o un pez de montaña ya, llevaba con él dos listones más o menos grandes de madera recuerdo.

-Voy hacia el terminal.

-¡Vamos yo te llevo, yo también voy para allá!.

Henry en el vagón me confirmo lo que yo visaba, me pregunto qué montaña haría, me dio algunos consejos y congenio conmigo al contarme que también había hecho las mismas rutas que yo, dándome sus buenos consejos y hasta un mapa de rutas de montañas de Mérida que según él siempre llevaba. Que casual.

Ya en la Estación Independencia bajamos y con suspicacia siempre lo seguí y me asegure con otros preguntando de ir en la dirección correcta. Estamos en Venezuela y ‘nunca se sabe’ como dice el principito.

Henry me aseguro el camino a mi destino y después de llegar al bus y recorrer el tramo de Los Teques hasta el terminal me desayune una apestosa empanada que no estaba para nada buena y al menos la malta si estaba bien fría.

De una en Maracay le aviso a Marco que ya estoy llegando y ponga en contacto a su amigo el que me entregaría las bombonas para cocinar durante el camping, esté en cuestión y yo nos ponemos de acuerdo vía telefónica a duras penas de la bulla y el escándalo que ya había en el terminal, sumado a la mala señal, el calor y la gente rodeándome a multitud. Yo personalmente, a veces me vuelvo intolerante  a la gente.

Para retirar las bombonas me tocó ir a una urbanización llamada Cristóbal Rojas en Maracay, me dio algunas referencias las cuales absolutamente NADIE de ese lugar en ese momento sabía darme. Yo les decía que me indicaran como llegar o que carro tomar hasta el Híper Jumbo y ¡POR DIOS! Ni yo que no soy de ahí, no soy de esa zona, sé que hay un C.C. llamado Híper Jumbo en Maracay <¿Alguien podría ayudarmeeeee? ¡Socorro!. Empezaba a odiar el mundo y el calor>.

Ni la señora de la esquina, ni el pana de los perros calientes, NI EL TAXISTA sabían acercarme a la referencia que el chico de las bombonas me estaba dando hacia el mismo C.C. Híper Jumbo.

Entonces nada, calle por calle conversando con él chico por teléfono le iba dando la dirección a un taxista que le pedí me llevara, así llegué al edificio de la urbanización, conocí a la chica que me entregaría las bombonas conversamos un poco de las rutas rudas por Mérida y Roraima y seguí mi destino a pie y en bus de nuevo al terminal de Maracay. La vaina estaba súper fácil y ninguno de ahí sabía dónde estaba parado.

A los minutos me vuelvo a enfrentar a la dura realidad del terminal de Maracay, gente escandalosa a montón, la cola para Valencia hecha un culo y como siempre peleando, me relajo y empiezo a avisar por un mensaje de texto a Marco y Anieli (La chica que pasaría recogiendo en Valencia para bajar hasta Mérida esa tarde).

Sorpresa. Me sorprende viniendo hacia mí y abrazándome una caraja de esas que te pasan la raqueta electrónica para saber si vas armado antes de entrar al bus.

¡Amigaaaaaa! –Sonrriendo-.

Yo: <¿WTF?>

-Yo no te conozco. -Le digo en tono silencioso y por dentro hecha lluvia de vejiga-. Hasta aquí llegué ¡Me robo! Pensé.

-Guarda el teléfono que te están cazando pa’ robártelo-. Me indico.

-¿Qué más? –Sonreí-. –¿Ahora estas trabajando por aquí? –Continúe yo-.

HAHAHA ¡Esta pana era mi mejor amiga!

Ella asintió y dijo: –Siii, ahora estoy aquí… -¿Y la familia, que más?.

TERMINAL DEL HASTÍO I. SOBREVIVÍ.

Una vez llegada a Valencia el BigLow (Terminal de Valencia) era peor la escena, ya yo no me encontraba muy bien, factor humor, cansancio, coñazos pero con ganas de volver a Mérida, vaya Mérida las cosas que me haces pasar por tu retorno y mis ganas de volver a encontrarme contigo y si es posible hasta de visitar tus montañas las que un día me enamoro de esta actividad.

Me explicaba a mí y los que me conocen ‘saben’ que volver a Mérida era un tema bastante personal  y si subiría al Humboldt ¡Ey! Era pegarla del techo LI-TE-RAL-MEN-TE.

A los 10 minutos llegó Anieli, yo me encontraba por ahí deambulando y habiéndolo intentado entre las cabinas de Valencia-Mérida pero nada, no había pasaje para ese día. Anieli consiguió por transferencia pagar unos hasta Barinas que salía a las 8:00pm y así decidimos salirnos por ahí al andén que nos habían indicado y reposarnos en alguna esquina a esperar, cuando de repente SORPRESA N°2.

¡EL ATRACO! ¡EL SECUESTRAZO! No sé qué rayos pasó, pero frente a mi se desarrollaba una escena catastrófica donde un hombre agarraba a una mujer con un cuchillo por el cuello, la expresión de su rostro era fatal y el de la chica bueno, llevaba los cabellos (amarillos recuerdo) todos desaliñados y abrumados por la acción, ambos peleaban, la policía corría detrás de ellos, la gente en el BigLow se empezó a descontrolar y yo solo esperaba el sonido de los disparos por lo que me levante impresionada y entre la multitud arranque a correr dejando mi mochila en el lugar de descanso que compartía con Anieli, ella se asustó y no supo qué hacer si salir corriendo con su mochila también pero dejaba la mía Jajajajaja..

Yo, en este tipo de contingencia le explicaba a ella que suelo correr, correr y correr jajajaja.. Mientras temblaban mis manos todavía del susto.

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Llego la noche y al fin tomamos el bus a las 8:00pm hacia Barinas, luego de sobrevivir al BigLow, su tarde de adrenalina y algunos »zombies», esos personajes que se te acercan cada 5 minutos a pedirte algo mientras comes o simplemente estas ahí parado.

Una vez abordado el bus y de haber arrancado, ni 10 minutos tardó la Guardia Nacional en pararlo, aún dentro del terminal, nos pidieron bajar.. Nos revisaron a todosss separándo chicos con chicos y chicas con chicas, hasta los zapatos me mandaron a quitar y una requisa manual que me dio la guardia (chica) me dio cosquillas. Yo me reía, todo me empezaba a parecer chistoso en plena noche.

Llegamos a Barinas 4:00am y visualice inmediatamente al bajarme del bus el que se dirigía a Mérida, era una encava cómoda y compacta y por lo mismo debía ponerme las pilas de asegurar esos puestos, los que tuvimos que pagar en efectivo pero nada UFF ya estaba camino a Mérida ¡Al fin! Exclamé y le dije a Anieli llegamos porque sí.

Y al arrancar…

– ¿Conoces Mérida? -Le pregunté-.

-No. –Contestó-

– Ya verás la belleza.


DÍA 2

La llegada y satisfacción de haber vuelto al estado Mérida.

De entrada al Páramo de la Culata como a pedir de boca nos recibiría el amanecer pero un poco antes de salir el sol mis oídos, precisamente el derecho, el de aquel accidente producto de una otitis por la constante exposición a las alturas hace más de 1 año me avisaba que ya estaba llegando y apareciendo el sol entre mi ventana reconocí Santo Domingo, ya estábamos en Mérida.. Me disfrute mi amanecer del páramo desde la ventana y ya no veía a Mérida igual como aquella primera vez, esta era distinto pero estaba absolutamente conforme y con el sentimiento latente.

El bus hizo una sola parada en Apartaderos y Marco nos indicó que bajaramos en el C.C. Alto Prado de la ciudad, muy cerca de Los Campitos o El Campito, urbanización donde él se estaba quedando. Así hicimos, nos fue a buscar y llevó hasta el apartamento donde nos aflojamos un poco de las mochilas y el cansancio, pero ahí mismo nos propuso ir a desayunar. Lo último que hicimos por la mañana fue desayunar…

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Las Américas, muy cerca de El Campito. Ciudad de Mérida.

Saliendo inmediatamente comenzó el turismo de ciudad, conocí Mérida como no la había conocido antes. Conocí sus plazas, su catedral, su estilo de vida urbano, su clima exactamente de ciudad y atravesando la cosmopolita Plaza de Las Heroínas con sus taburetes, llenos de suvenir e indumentarias necesarias para la estadía nos dirigimos al teleférico Mukumbari, Marco nos proponía que lo conociéramos antes de desayunar y más aún antes de hacer la travesía para probar la resistencia a algún mal de altura. Ya me suponía yo.

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No me hizo mucha mella la altura, todo lo contrario reaccione bien y a mí que me encantan no me hizo mal.

Conocí el Teleférico Mukumbari con sus café’s, el más alto del mundo y con mayor kilómetros. Si, aquí mismo en mi país, que a testimonio personal les cuento:

Son 5 estaciones que el funicular recorre cada 5 metros por segundo, empiezas por la estación Barinitas, luego La Montaña, después La Aguada donde casi siempre llueve, continuas en Loma Redonda y terminas en Pico Espejo donde está la Virgen de Las Nieves, alcanzando el máximo de altura con unos 4.765 msnm.

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La Ciudad de Mérida desde lo alto. Teleférico Mukumbarí.

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Paseo cerca de Plaza Las Heroínas.

El día continuo encantador, recorriendo todo Mérida casco central, luego las tortas de fresas y chocolate que nos comimos se encargaron de devolvernos el color y las luces que nos faltaban por haber postergado tanto rato el desayuno por el que habíamos salido y así sin darnos cuenta nos agarró la noche pateando la ciudad. Durante la tarde ya habíamos recibido a Raúl un chico que se incorporaría a la Ruta de montaña, él se estaría hospedando en una posada cerca de la Plaza de Millas.

Ya de noche pasando por una de las tantas calles Marco notó sentado y de espaldas en un café a un amigo suyo y residente, era Jossember, un chico local y Guía de Montaña también, que en esta oportunidad y durante los mismos días que nosotros estaría sacando una ruta hacia el mismo Pico Humboldt pero desde otra entrada, a través del Parque Nacional La Mucuy en Tabay, junto a otros chicos igualmente conocidos del grupo, y entre ellos una amiga que ya estaba próxima en llegar a Mérida, Jairim.

Entramos al local y se trataba de Tertulia Café, había música en vivo unas pocas mesas pero un ambiente muy acogedor por lo característico del lugar.. Cómodo, pequeño y bohemio con una exposición de cuadros en galerías hechas por un artista que ya no recuerdo el nombre pero expresaba horrorosamente Las Caras del Sentimiento Negativo como la ira, la rabia, la envidia, la impotencia y otras cosas de ese tipo… me recordaba a la película de Night Shyamalan, Fragmentado.

Si estamos bien atentos a lo gráfico que pasa por nuestros ojos lo podemos utilizar como referencias en el camino.

Ahí compartimos un excelente rato, el vocalista con su guitarra electroacústica de este lugar compartió anécdotas de su vida con nosotros, congeniamos y le pedí que me complaciera con una de mis piezas favoritas ‘Dust in the wind’ de Kansas la cual me recuerda a una persona muy especial que ya no está. Cerró el café con nosotros y se despidió caminando por la calle fría, lluviosa y ya un poco más solitaria de algún lugar de Mérida, nosotros más alborotados y en cuenta de que una amiga de Marco, de Caracas y Avilera andaba por ahí decidimos hacer casoa  una invitación y encontrarnos con ella en un local más.

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Postres en Tertulia Café.

El Hoyo del Queque, un local que me encanto porque combinaba la onda grunge y babilón con excelente música alternativa y un diseño interior bastante loco y raramente acabado pero muy agradable, así sin darnos cuenta terminamos en 4/18 otro local que ahora combinaba la buena comida, música y un buen ambiente para conversar, ahí compartimos otras chelas y una entrada.

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Chelas en el Hoyo del QueQue.

Ya yo estaba muy cansada e insistía en irnos, así que hicimos caso omiso a la siguiente invitación de Jossember, continuar la rumbeadera en Birosca Carioca un local que desde afuera se le veía la buena vibra rumbera, pero no. Mi compañera y yo traíamos más de 12hrs de viaje y hasta el mismo Marco quería descansar por lo que decidimos irnos caminando hasta El Campito atravesando el según ‘peligroso viaducto de la ciudad’.

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El Viaducto de Mérida en movimiento.

¿Pero saben qué? Él no era el peligroso, peligrosa había sido toda la osadía de retornar caminando a altas horas de la noche, donde ya llegando a unos pocos metros de la puerta del edificio nos sorprendieron tres hombres al cruzar la calle, cargar dos de sus pistolas y en un preciso y silencioso momento despojar de sus teléfonos a mis dos compañeros, yo por razones de batería había dejado el mío en el departamento cargando, por lo que tuve que entregar mi morral de ataque que llevaba puesto con mis cosas dentro.. ¡Mis pertenencias! Maquillajes, artículos de higiene personal, absolutamente todo mi dinero en efectivo para el viaje y documentos personales.

-¡Nos robaron Marco, nos robaron! -Empecé a exclamar en tono silencioso y súper asustada mientras terminábamos de entrar-.

No me lo podía creer. La maravilla que habíamos tenido de día nos había echado un balde de agua fría desde la cabeza hasta los pies, el momento estaba chiiiimbo más frío y oscuro de lo normal.

Entramos como niños regañados a la residencia y comenzábamos a respirar del susto, la preocupación y el montón de efectos colateral que nos traería este robo, ellos sin sus teléfonos, yo sin mis pertenencias y documentos.

Mérida nos había dado la sensación de estar en otro país, pero el robo nos recordó que seguíamos en Venezuela.

Entre en crisis existencial y la decisión era irme.

-Lo siento Marco, pero yo mañana me voy. Así yo no voy a hacer la ruta, se me quitaron las ganas, se me quito todo. Yo mañana salgo para Caracas.

La que me da a mí, nada lejos de lo normal:

’’Me voy’’ ‘’me voy’’ ‘’me voy’’ ‘’¡Mérida me volvió a pegar!’’ 

Pero nada, indocumentada no podía andar por la vida y menos para atravesar medio país al regresar. Anieli me aconsejo que al día siguiente saliéramos temprano a poner la denuncia y Marco que no me fuera, total ya la comida y lo necesario para el campamento estaba comprado la ruta seguía en pie y ya venían más personas en camino.

DÍA 3.

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Ciudad de Mérida, muy cerca de El Campito.

Amanecer fue sencillo, como si todo había sido una pesadilla pero no. Nos preparábamos para ver que se hacía y yo para avisarle a mi madre vía telefónica lo que había pasado, para mi sorpresa ella ya estaba por enterada al menos de mi estatus como indocumentada y desprotegida de todas mis tarjetas, dinero y pertenencias.

-¡Génesis! Ve a ver dónde andas dejando tus cosassss…

-Llamo Luis Ángel que una señora gocha lo llamo temprano.. ¡Que encontró tus cosas tiradas en un terminaaaal!

-Ve, ve, ve, a ver qué pasa dónde dejaste tus cosas… En un terminal, en un baño, no sé qué pasó…

Mi mama no dejaba ni que yo le explicara lo que había pasado realmente.

Para mi suerte alguien había llamado a alguno de mis contactos telefónicos que tenía anotados desde hacía meses en un papelito de factura que una vez cargaba por no tener teléfono y necesitaba números a la mano para llamar, ahí estaban el de mi papá y el de mi amigo quien fue el que atendió y así esta señora ‘gocha’ como le dicen a Los Andinos acá en Mérida, le indico que tenía mis documentos que pasara a recogerlos.

¿Whats? Yo inmediatamente enterada del hecho, me asustaba más, por lo general este tipo de situaciones donde llaman para recuperar algo terminan robando o jodiéndolo más a uno. Pero nada, se trataba de suerte o ‘Ángeles’ como dijo Pedro un vecino que bajaba de su piso a esa hora temprano y mientras se asomó en la ventana para saludar le contamos lo que pasaba y se ofreció en irlos a buscar en su moto junto con Marco a la dirección que ya le señora nos había dictado por teléfono.

Yo, hecha un mar de nervios…

Mi monedero intacto regresó a mis manos, por su puesto sin el efectivo, sin un lapicero especial, pero con las tarjetas del banco ¡Uff! La Cédula de identidad y el carnet de la patria JAJAJAJAJA, Sí!

A Pedro lo único que le quedó decirme en su acento gocho y burlón fue:

-¡Usted es de Caracas y se deja robar aquí en Mérida!

JAJAJAJA..

Más tarde y al rato Anieli, Marco y Raúl que había llegado al apartamento decidieron salir por mas compras de último momento, yo todavía no asimilaba el susto y no había descansado bien, preferí quedarme en la casa durmiendo y leyendo. Cayó la noche y llegaron mis compañeros, estábamos en contacto desde mi teléfono con todos los demás que habían  llegado a la ciudad para conformar la ruta al día siguiente mientras solo faltaba Anthony Villamizar, y en eso un poco más tarde llegó a Mérida y se juntó con nosotros, venía con compañía, Keeylerrr, unas chispas de ‘’Lokitos’’ y con mucho entusiasmo.

Cayó la noche, compartimos nuevamente con Pedro un té de yerba buena y limoncillo, pero yo ¡A dormir!, siempre cuido mis energías antes de hacer montaña y no había tenido días fáciles.


DÍA 4.

La ruta de montaña

Llegó el día y salimos, aunque no a la hora pautada hicimos todo como se debía, el grupo reunido en Plaza Las Heroínas, el registro de todos los que la conformaríamos para tramitar su respectivo permiso ante la Oficina de Inparques ya que íbamos a pernoctar por varios días en el Parque Nacional Sierra Nevada.

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Plaza Las Heroínas.

Así listos y nuestro guía habiéndolo firmado, nos dispusimos a buscar como locos un bus con destino a Mucuchíes, como ya era un poco tarde entre varios brincos que dimos por las paradas algunos tomaron el metro bus de las 11:00am que le quedaba poco espacio y los otros desde el terminal pagamos pasajes hasta Mucuchíes, una vez en La Plaza Bolívar de Mucuchíes nos terminamos de reunir con un último chico que faltaba y venía de Anzoátegui, era Luis… Y Al pelo e’cochino como él decía, estábamos listos para cuadrar el siguiente transporte hacia Gavidia donde iniciaríamos nuestra ruta de montaña…

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Plaza Bolívar de Mucuchíes.

Surgió el trance de la negociación para regatear el pago de esos puestos, pues éramos muchos ¡Y mochileros cónchale! Logramos nuestro objetivo y sacamos las cuentas con el montotonon de billetes de ‘’Bolívar el Inmortal’’ mientras nos montábamos emocionados para tomar esos 13km aproximadamente de carretera en el Jeep, Yo ya estaba feliz y enamorada respirando aire de montaña y escuchando musiquita con los audífonos.

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Poblado de Gavidia.

Gavidia me regalaba una cara bien bonita, llena de riachuelos entre sus rocas, animalitos como recién sacados de un cuento a expensas del campo, su gente super natural y sencilla con sus casitas de toque rural…

Ya de bajada y a punto de partir al trekking no hubo mucho protocolo, mediábamos la idea de pagar mula o no para que estas cargaran nuestras mochilas hasta el Alto de Santo Cristo, pues la ruta era algo larga hasta allá y expuestas a los primeros 4miles apenas comenzaba la travesía, algunos con ansiedad de si nos tomaría la noche o no…

Yo andaba por ahí feliz tomándome fotos con los caballitos y haciéndole señas a una niñita linda y tostadita que veía de lejos jejejeje..

Arrancamos y me quede de ultima ¡Ya estaba mamada! Jajajaja ¡Que oso! Pero si… empezó mi vejiga a joder, a insistir e insistir por el frio y empezaron todos a odiarme el guía se devolvía a ver que me pasaba y yo no aguantaba el bolso, la respiración y el cansancio, que chorreaje de montañista JAJAJAJA.

Igual llegue al Alto de Santo Cristo a buen tiempo y con algo de ritmo, aunque esto no es un tema de competencia ni se hace con esa intención siempre salen dolientes por el último en quedarse y bueno tras de mí venían varios ya en ese momento porque logré adelantarme. Disfrute el hecho de montar a caballo tomarme algunas fotos y estar en mis primeros 4.000 msnm  con vista a las demás lagunas de la sierra que me regalaba el paisaje, estaba brutal y más aún mi respiración de aquello por estar ahí consumiendome toda esa belleza natural.

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En el Alto de Sto. Cristo, mis primeros 4.200msnm

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Bajando del Alto

Seguimos la ruta para llegar a la Laguna de Santo Cristo, donde teníamos previsto acampar, aunque se trataba de que después de haber estado unos buenos tramos de montaña cuesta arriba tocaría bajar para llegar a donde se encuentra exactamente la laguna y al día siguiente volver a subir y poder continuar la travesía. La decisión del guía fue que acamparamos en un punto medio e igualmente alto pero a la vez un poco cerca de ella.

Ya cuando íbamos llegando me sorprende un rajuñazo en la cara, no era más que la primera gota de granizo que se nos sumaban a unas cuantas más que nos cayeron cuando montábamos el campamento. Con nuestras carpas  bañadas de escarcha por la leve lluvia de granizo medio intente apoyar en la cena pero que va, un dolor de cabeza incesante  por la altura más el intolerante frío me perturbaba, me tome una pastilla y al menos pude dormir.

DÍA 5

Conocemos la Laguna de Santo Cristo y nos vamos dirección al siguiente campamento. Las Casas de Mario. Despertamos tarde y cómodos, al menos por mi parte jejeje.. Marco aturdía con la idea de que bajaran, bajaran rápido por la hora a conocer la Laguna de Santo Cristo yo no quería bajar sin desayunar por lo que decidí irme con la arepa en la mano, una botellita de agua y literalmente después de haber terminado y agarrado el sendero comenzar a correr, me provocó correr, correr y correr, darle en tramos rápidos y con esa energía que la montaña me da, la misma me acompañó casi siempre sola, al rato se me acercaron algunos compañero de la ruta. Yo seguía y seguía tenía buen ritmo y andaba sola y loca escuchando música y disfrutándome la vista ¡Que linda eres sierra nevada! Sin nieve desde hace varios ratos..

Llegue y el espectáculo era GRANDE como la laguna.. No tengo letras para describirlo mejor posteo una foto.

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Laguna de Santo Cristo desde lo alto.

Ahí me senté frente a la orilla de ella y veía la neblina ir y venir a lo lejos bajando entre las montañas de enfrente, se escuchaban voces de otro campamento cercano a ella y apareció un perrito con el que comencé a jugar. Estaba demasiado agradecidaaaa. Al rato llegaron los chicos, Anieli, la otra chica de mi ruta Gabriela, e impresionados y llenos de diversión algunos hasta se bañaron con el agua friísima, yo no podía, me fuese gustado.

Subimos, recogimos campamento y salimos rumbo a Las Casas de Mario, atravesando el Camino de Los Aranguren y un tal Toñito…

¡En mi vida me iba a imaginar recorrer la Sierra Nevada! me expresé, cuando recorriendola descubría un espectáculo natural mejor que el otro entre ríos y riscos a lo alto y tan cerca de mí a la vez, vacas y baquianos que transitaban  por un lado y por otro, nuestro campo natural fullsito de frailejones algunos con más tiempos por sus raíces y otros acabando de nacer, así de grata estaba la tierra.

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Las Casas de Mario será uno de los campamentos más lindo que siempre recordaré desde que llegué y el tramo gigantesco que recorrí para llegar a él. Lleno de curvas con vistas espectaculares y frailejones.

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Las Casas de Mario (al fondo).

Las Casas de Mario no son exactamente unas casas como se imagina al decirlo, son dos refugios construidos de piedra en medio de un valle de gramas, con sus frailejones y un riachuelo con piedras que corre justo al frente de ellas, ambas casitas sirven para pernoctar bien sean los baquianos o montañistas que estén de paso. Una de esas casitas funciona como cocina teniendo una provisión de trozos de leñas que por lo general o en ese momento reunieron los baquianos del sector, en otras circunstancias también las puede reunir el que se disponga a hacerlo, adentro hay algunas bancas improvisadas de madera y el simple afecto de estar ahí en calor como en una sala de casa, la otra no la visite mucho, a lo lejos vi que estaban unas camas también un poco improvisadas full de frailejones para descansar bien y acolchado.

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Ese día tenía su esencia, sobre los riscos que eran parte del paisaje de frente al riachuelo salía la luna llena de un Martes Santo y un poco antes de que cayera la noche me eché un rico baño en el río con las chicas, cenamos y no pare de joder con los lokitos, Marco y Raúl en la carpa que a este par de niños se les ocurrió la brillante idea de armar en un punto alto y sobresaliente del valle, al que llamaron el Pent-House. Por su puesto a este Pent-House subías jugando con tu equilibro y haciendo rapel desde una cuerda que ellos mismos instalaron.  O sea era una cosa exclusiva acampar allá arriba y visitarlos para joder con las ocurrencias.

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DÍA 6

Las Casas de Mario (1)

El segundo día en las casas de Mario después de levantarme con tanta energía, haber armado mi bolso y cocinado una ronda de bollitos el clima nos jugó un rato de broma y lluvia durante toooooodo el día e hizo que nos tuviéramos que quedar, por lo que pernoctamos una noche más, pase igualmente toooodo el día hasta el final de la tarde en el refugio de la cocina con la leña, ahí conversaba con los que estuvieran, conocí un poquito de los tímidos baquianos, 2 chicos encantadores de 15 y 17 años súper jovencitos ellos nos acompañaron durante esos días.

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Los Baqueanos con Anthony y Keeyler.

Al rato me quedé sola descanse la espalda acostada en el sillón de madera, prepare la pasta, luego Keeyler y yo preparamos el famoso Gofiolate o Chocogofio, (Alimento nutritivo que nos fortificada para el trekking) Pero nada yo estaba acobardada para salir de ahí hahahaha.. Hasta que la noche cayó y me tocó salir, subí a la reunión del Pent-House compartimos más risas, más conversas y la joda con los chicos. Ya al momento de dormir si note que esa noche tenía un toque más silencioso y oscuro no sé si por la lluvia o que pero YOP no pude dorrrrmiiirrr -.-

El despiadado frio se apodero de mí. Titiritiaban mis piernas y mis dientes, tenía 3 monolicras, dos swetters incluido un fibra polar, un sleeping cero grados, dos aislantes en la carpa (uno térmico) y en medio de mi inquietud creo que tampoco dejaba dormir a mi compañero de carpa Marco. MALAYA SEA el perro que andaba con los baquianos, se encargó de ladrar toda esa noche, la pase espantosa, había tenido días tolerables en medio de la rudeza de la montaña, pero esa precisamente por el tema de la lluvia ‘imagino’ se las trajo.

DÍA 7

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No despierto nada bien, ni quise comer, a penas mastique unos trozos de bollitos y ya, quería salir. No tenía muy buena energía por lo que demore en graaaandes tramos e hice demorar al grupo momentos hasta de 20 y 35 minutos inconsciente del cansancio que traía. Empecé a darme cuenta de mi deficiencia en la ruta y rayos por más que trataba de dar más pasaban mil y un cosas locas por mi mente, recuerdo las rocas húmedas, los arbustos y el montecillo cerca, la naturaleza pura y divina y aunque la amo no la estaba disfrutando en ese momento, no por ella, no por el grupo, se trataba de mí.

Tuve un encontronazo fuerte conmigo misma y ahí PUAFF ¡Me fragmente! Descubrí cosas horrorosas que no quisieras descubrir de ti mismo, me sentía pésimo y algo extraña y aunque es un tanto difícil de describir ese recuerdo, era maluco e irreal; quería insultar, odiaba a todo el mundo y me odiaba a mí misma, me sentía debilitada y a punto de sacar una fuerza mala de repente, la sensación más extraña, una cosa con otra a pesar de que el paisaje se hacía cada vez más bello yo estaba muy dentro de mí y la parte mala que a penas describo y cualquiera en el fondo ni querrá conocer de sí mismo, esa que termina más bien sacando lo mejor de ti a flote.

Me habían tratado de motivar diciéndome que más adelante pedirían apoyo para cargarme el bolso y dije que nop yo misma cargaría mi sh*t, animal de pinche 45lts que me estaba arrastrando, yo solo pensaba sola, y me dije que no aceptaría ninguna ayuda, no quería comida, no bebía agua, no quería NADA.

Unos tramos más adelante en un descanso solté mi mochila y me relaje, alguien maravillosamente sin persuación alguna me ofreció la ayuda espontánea y de corazón, de portearla por unos 15 minutos, al haber observado el gesto así y de esa forma acepte y lo que sería por 15 minutos se convirtió en lo que pudo haber sido los peores tramos más difíciles de mi vida, me indicaron que siguiera y siguiera para adelantarme y no perder más tiempo, acepte y pase dos niveles de montañas reverendamente altos, uno en picada con una laguna abajo y el otro era totalmente empinado cuesta arriba.

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Yo, al fondo.

¿Qué fuese sido de mí? Me pregunté cuando termine y los veía a todos de lejos venir. Decidí esperar en el tope de ese tramo rudo; todos fueron pasándome, yo esperaba a esos dos incesantes caballeros que portearon mi bolso a esa inclemente montaña de rocas y arenales más fáciles de resbalar que de alcanzar, para así  volvérmelo a colocar, Anthony y Keyler GRACIAS. Recupere 4 de 5 estrellitas de vidas que tenía pérdidas durante todo el trekking y ellos perdieron 2 cada uno regalándomelas a mí. Comenzaba a ver mis niveles de resistencia como vidas de videojuegos.

A un par de pasos de esperarlos y comenzar a caminar junto con ellos nos sorprendió la espectacular vista a todo el valle y el Glaciar la Corona de fondo, ese por el que íbamos, ese que queríamos alcanzar y hasta más.. No pudimos contenernos de emoción y bulla lo más sensato fue tomarnos una foto y refrendar el momento. Me agrado totalmente compartirlo con ellos que venían ya días siendo tan auténticos conmigo.

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Puedo reconocer que en ese momento ya volvía a ser yo. Marco aseguro que aún continuaban los tramos difíciles como los lomos de ballenas que los adelante nadando sobre ellos sin mucho miedo y ya de noche pudimos llegar al Campamento Base del Pico Humboldt, Laguna La Verde ¡Al fin!.

Más adelante como ya sabían de nuestra existencia por los llamados altos y a oscuras que le hacíamos a los chicos de aquel otro grupo que estaría presente, se adelantaron a buscarnos Jossember y un chico llamado Matute Hose, pues nos saludaron a Keyler y a mí, medio hablamos y dijimos que venían los demás, ellos siguieron para apoyar nosotros seguimos en dirección al campamento y en una carpa supe que estaba la re-loca de mi amiga Jairim, salude, me relaje, conocí a Duanny otro de los chicos nos ofrecieron café y casabe ¡¿Qué más?! Jajaja… ya estaba rela. Así llegue a La Verde. Hecha trizas pero bien recibida con café. Gracias.

DÍA 8

‘’Snap te vas a quedar en el campamento’’. JAJAJA Claro. Snap (YO) Había estado tan deficiente días antes que no reunía las competencias suficientes para ascender al Glaciar La Corona y mucho menos al Pico Humboldt, según describían los expertos en el deporte de montaña y hasta el guía, a quien ya le venía días preguntando en medio de mi cansancio e in-reconocimiento propio de haber avanzado tanto, que le había hecho pensar que yo podía hacer esa travesía.

Pero como soy necia y cuando me trazo una meta voy por ella, pero como conté con Ángeles de pasos maravillosos en el camino, pero como no le di chance a la duda mental y mi cuerpo y mente ya estaban completamente resilientes y resistentes para enfrentarlo, me sentía maravillosa y con muchas ansias personales de alcanzar ese glaciar y hasta más si la montaña me lo permitía.

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De camino al ascenso del Glaciar La Corona.

Así comencé a echarle batatas hasta arriba y no fue nada fácil, absolutamente naaadaa fácil subir hasta el glaciar, fueron unas buenas horas de trekking duro, con rocas fuertes, frio y el efecto de la altura que a veces impactaba en mi cabeza tambaleándome.

Unos tramos más arriba mi ojo izquierdo empezó a presentar molestias (Soy operada de la vista desde hace 4 años). Exagero con decir que creo ‘hasta la retina se me empezaba a derretir’ por la alta exposición al sol; pero no exagero con recordarles la mamá a los ladrones que se llevaron mis lentes noches antes, los cuales tenían protección a los rayos UV y eran mucho más cool que los que me toco usar para subir al mejor estilo de ‘malandritos’ comprados a última hora en Plaza las Heroínas, pero lentes al fin para protegerme.

Subí y subí en varios tramos con mi estimada Jairim que me sorprendía a su paso, de pronto me di cuenta de algo y le pregunté a Marco si podía, si podía continuar, realmente no lo creía, el glaciar ahí frente a mi goteando desde su base, era hermosa pues ya había llegado y lo tenía ahí, solo mío. La satisfacción me la reservo, no se puede expresar en letras.

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Sobre el Glaciar La Corona. Entre los 3.900msnm aprox.

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Glaciar La Corona. (3.900msnm Aprox)

Celebramos con el descorche de una de las tellas auspiciadas por Raúl, (Un roncito) compartimos entre tantos fotos y fotos, medio jugué con la nieve pero el deseo aún era más grande y la cumbre apenas empezaba, arriba había un pez más gordo para mí, el verdadero Pico, ‘’Humboldt’’,  esos 4.942msnm que son el segundo techo de nuestro país después del más alto Pico Bolívar, deseo de cualquier montañista nato.

Sin dudar asenté que si subiría, me sentía re-bien.

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Entre tantas rocas y riscos que enfrente encontraba sumas de nieve en sus laderas las agarraba y me las comía ¡Era sensacional! Venía como una niña jugando con ellas, al llegar ya habían unos pocos compañeros del ascenso.. ‘’Cumbre’’ susurre suavemente, algo exhausta y satisfecha, pero muy tranquila por dentro.

Desde arriba el silencio, la tranquilidad y el sentimiento son distintos. El Pico Humboldt tiene su carácter y así mismo su respeto, que presencie al ver toda la inmensidad de la sierra y el glaciar desde arriba, desde lo alto ¡TOP!.

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Marco Antonio Trigo, mi guia. Cumbre del Pico Humboldt (4.942msnm).

Entonces nada, el bochinche se prendió y con todos los demás que fueron llegando celebramos el cumpleaños de Duanny con una marquesa de chocolate que divinamente compartimos. Tuve un descenso genial con más juegos en la nieve y a tiempo para darme un rico baño como Mercedes a la orilla de un río…

¡No había caimán, por suerte!

DÍA 9

Debemos retirarnos. Que si nos íbamos por la Mucuy, que si nos íbamos por Pico Espejo y enfrentábamos la travesía. El grupo se fragmentó y las decisiones dependían de las condiciones físicas que traíamos junto a las voluntades de cada quien. El guía tenía todas las capacidades y actitudes para llevar a alcanzar otro ascenso a una gran parte del equipo que podía y aun así unos pocos decidimos por voluntad propia continuar, otros contaban igual con el apoyo y guía para retornar por otros senderos más suaves, los mismos del Parque La Mucuy.

Habíamos dejado las arepas listas la noche anterior para no demorarnos tanto al salir y comenzamos a desayunar lo más temprano. G. Dinuzzo nos llamó la atención porque habíamos sido muy escandalosos durante las noches y… jajajaja. Al menos nos regañó Dinuzzo, eso significa algo.

La sierra me había enseñado y regalado mucho, me despedía con vista a la Laguna y el paisaje encantada y agradecida de haber estado allí y de haber completado otro deseo más en mi lista. Pero como debíamos partir cuanto antes volví al campamento y termine de recoger mis cosas, las decisiones ya estaban tomadas y la mía era terminar esa travesía como me lo había propuesto.

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Laguna El Suero (4.280 mts) – Entrada al Xhomahoma.

Saliendo, ya de arrancada de pronto me sorprendió saber que era la única chica que la haría. Continúe con mi equipo de 6 chicos y comenzó el camino duro. Me equiparon de peso mental por un momento y aunque por ratos me los sacudía, mi bolso parecía llevar más peso de lo normal. Los arenales y las rocas cuesta arriba y bien empinados no eran nada fáciles para ser mortales de montaña, la presión comenzaba a aparecer nuevamente y la vegetación se hacía cada vez más seca.

En el paso se demoraron mucho en incorporar Anthony y Keeyler, la situación estaba exigente y a ellos se les ocurrió hacer una parada de rilax personal que incluía un baño en uno de los pozos, esta parecía eterna y nos traía ya molestos a Marco y a mí llamándolos a cada rato. Raúl ansiosamente preguntaba y preguntaba a cada rato ¿Cómo sería?, ¿Qué traería?, ¿Después que venía?, ¿Y cuánto falta para el Xhomahoma? Baaahh.. Ya.

El  camino se me hacía algo amargo a veces por lo exigente y el grado de responsabilidad que tenía, Luis venía aromatizándonos toda la ruta de gas, en un primer momento me traía la sensación de estar en la cocina de mi casa, recordando cuando la comida está lista… Y luego no… Estaba en la rocosa montaña de la Sierra Nevada a varios metros de distancia de lo más parecido a una cocina contimás con comida. Sacudiéndome los espejismos. 

Igualmente disfrutamos ese paso como equipo y entre todos nos apoyamos sieeempreee… De lo rudo también se disfruta.

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Campamento La CharcaA unos pocos metros de la ruta al Pico Bolívar.

Por eterna que pareció la travesía esta obviamente no iba a ser así, cuando Marco me dice:

-¡Snap!, ¿ves hacia allá..? -Señalando-. –Estamos a (300/50mts. aún no recuerdo bien) del Bolívar.

Me enorgulleció un poco, admitiré. Continúe sonriendo exhausta y callada.

-¿Cuándo vas a hacer el Bolívar Snap? –Volvió a preguntar jajaja.

-¡Todavía no, todavía no! Cuando sea más grande. -Conteste-. -Prefiero ir haciendo otros picos más bajos e ir poco a poco dejándolo a él de último. Continúe.

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Ya los riscos y aquellos precipicios mortales de los que mi guía me hablaba que me cuidara no me parecían tan aterradores, los domine con cuidado y respeto, pero claro aquí me había recuperado algo y descubrí que mi resistencia era distinta entre ellos, a diferencia de tramos más planos como La Charca y La Pueblita en donde yo misma ¡Me odie!.

Y definitivamente no le tenía miedo a las alturas. Por el contrario, me encantaban. La Cabra, me apodo Raúl. Jeje.

Un par de horas más y cuando levanté la mirada, ahí estaba… La Estación Mukumbarí, sobresaliente entre la neblina y los riscos merideños del Pico Espejo a (2.765msnm) ¡UFF! Llegue, que notazo. Igualmente la emoción que se siente aquí y el saber que estás a unos pocos metros y a la voluntad de tus pasos en llegar no cabe como describirlo. Mejor tendrías que experimentarlo, bien sea con una montaña o con una sensación de logro en algo que te apasione mucho.

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Ya me habían adelantado 4 de los titancitos de montaña que me acompañaban y ahí comencé a entrar por las escaleras, como me lo había visionado.. Ellos me gritaban ‘‘cumbreeee, cumbreee» mas emocionados que yo. Exhausta pero completísimamente satisfecha, solté mi mochila y Ave María comencé a rezarle a la virgen de las nieves agradecida.

2 de los nuestros no demoraron en ponerse a inventar y hasta supuestamente un cigarro encontrar para fumar, yo, los regañaba, cada paso que daban era un invento por el Mukumbarí que ya estaba solo y cerrado sin turistas.

Al rato ya todos juntos en la cumbre disfrutábamos del atardecer que se despedía desde las alturas, de algunas fotos y deambulamos de allá para acá a ver si alguien nos escuchaba o salía del área interna de la estación.

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Calcularía que paso aproximadamente 1hr de espera e intentos en tratar que nos escucharan del área interna de la estación y con suerte bajar o salir de ahí en algún funicular, pero no; luego decidimos ocupar El Suizo, un refugio de madera con dos pisos ubicado a las afueras de la misma estación,  donde se hospedaron los obreros que trabajaron en su reconstrucción, esté mismo funciona también como refugio de los montañistas que suelen llegar desde los riscos de la montaña, a destiempo del funcionamiento de los vagones por el servicio del teleférico para bajar, como fue nuestro caso.

Un poco de humedad que traía entre mis zapatos, medias y la camisa del trekking comenzó a manifestarse con el frío gélido del lugar luego de esa horita y media de reposo y tranquilidad en la que había entrado mi cuerpo y se empezaba a enfriar.

De pronto empecé a temblar y no podía controlar mi cuerpo y mis manos, en medio de lo que pude y ya sin fuerzas estire mi aislante térmico y empecé a sacarme la ropa húmeda. Que va, seguía temblando y ni la linterna podía controlar cuando se me salía de las manos.

2 de los asistentes de seguridad de la estación ya se habían acercado y estaban en cuenta de nuestra pernocta en el Suizo, cuando entraron a revisar preguntaron si todos estábamos bien.

-¿Cómo está la chica, está bien?

-Para ver. –Se me acercaban-.

-Levántate. ¿Te encuentras bien?.

Tenía mucho frío y a penas conteste.

– Podemos hacer la excepción de trasladarla a un cuarto que tenemos dentro de la estación con calefacción y sabanas, porque se ve muy mal y aquí no puede pernoctar, pero solo ella, solo la chica. -Indicaron-.

– Está muy mal.

Dijeron que estaba entrando en principios de hipotermia…

Yo ya ni sabía quién era.  Y antes de caer el sol me llevaron hasta un cuarto de la estación tambaleándome del frío y con privilegios fui la única que pudo descansar en un cuarto con calefacción y una camita digna con muchas sábanas de ruanas y unos dos sleeping térmicos sobre mi. Yo no podía mover ni una extremidad más. Estaba pálida y dispersa de la vista según ellos.

Luego había algo de especial en ese momento, no sabía que era, pero me sentía como nueva, había algo extraño y renovador. Luego que medio descanse y en medio de mi recuperación comencé a reírme.

-¡Génesis, estás loca! ¿Qué hago yo durmiendo dentro de la Estación Mukumbarí?,

-Mira a donde vine a parar. Todas esas cosas me pasaban por la cabeza.

Al rato que me recupere un poco, con más nitidez del panorama conocí a mis dos salvadores de seguridad.. Juan Carlos y Jorge, conversamos mucho, ellos me preguntaban sobre mi experiencia en la montaña, yo les preguntaba sobre sus vidas en Mérida, el trabajo en el teleférico y así, fueron panas y cuidaron de mí toda la noche, pendientes hasta el más mínimo detalle del agua, del baño, de todo. Yo superrr agradecida con el trato y la hospitalidad.

Mis otros chicos desde el Suizo con ayuda de ellos dos prepararon la cena. Gracias la arepa de maíz estaba deliciosaaaaaaaa…. Volví a descansar en mis sábanas de ruanas con calefacción.

La mañana llego y me tocó despertar con la melodía de fondo que se escuchaba en la estación, Media Luna Andina sonando en todo el teleférico Mukumbari luego meter mis pies en las frías crocs y caminar hasta el baño por toda la habitación repleta de cerámica igualmente fría, y al entrar… Sorpresa, ahí estaba, una ventana con vista a la marquesina de nubes que se formaban sobre la sierra nevada. Guao. Feliz día Génesis, amaneció. Me lave la cara y fui a reencontrarme con mi equipo.

Juan Carlos y Jorge siempre nos acompañaron luego de terminar su jornada de turno, bajaron en el primer funicular que descendía con turistas junto a nosotros y puedo asegurar que bajar por ahí como montañista después de una ardua travesía, tiene su carácter, tiene su sentido recordar ese panorama.

Los turistas curiosos y emocionados nos preguntaban sobre la travesía y desde donde veníamos.

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Ya era el Día 10 y estaba de vuelta a la ciudad…

La prensa del Mukumbarí nos pidio sacar unas fotos junto al busto de Bolívar al llegar, dimos nuestros datos, Anthony dijo que se sentía famoso JAJAJA y nos fuimos a desayunar. El hambre obviamente atacaba.

Luego de la despedida por parte de los chicos Raúl, Marco y yo nos fuimos a la ciudad a terminar algunas diligencias que tenían pendiente con los equipos de campings alquilados y entre otras rodadas por la ciudad, para no arriesgarnos por las fallas de luz y agua en el apartamento donde ya habíamos estado, con mas comodidad decidimos quedarnos en una posada céntrica llamada Luz Caraballo en Millas. Me bañe con agua caliente, arregle mis cosas me comunique con mi familia y descanse.

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La noche llego y aún seguían nuestros otros compañeros de ruta por la ciudad, fuimos a cenar con el plan de ver si nos reuníamos nuevamente con los otros chicos, nos encontramos y sin más que planear caminamos por la ciudad compartimos unas frías en uno de los locales de la zona de Las Heroínas y de retorno a nuestras posadas ¡Se fue la luz en toda la ciudad!

Entre en una dimensión de los años 1.845 o algo así, cuando al bajarme del taxi a oscuras, veía toda la plaza y esa parte de la ciudad bajo su toque colonial, cubierto por la neblina y  completamente a solas, con las ramas de los árboles ondeandose misteriosamente por la brisa fría y el rocío… Para luego oír como unas carretas de caballos se acercaban… ¿Qué pasó ahí exactamente? No lo sé, me reí mucho pero no me dio chance de averiguarlo porque Raúl estaba más asustado y nos hizo pasar rápido.

Descansamos entre los maullidos de unos perros que se escuchaban a lo lejos…

DÍA 11

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Era el día en que al menos yo decidía irme. Mi presupuesto ya no se ajustaba y era hora de regresar a Caracas a sacar unos trabajos pendientes para seguir generando ingresos con que viajar. Marco me acompaño hasta el terminal, él estaba indeciso si irse todavía, al final decidió que sí. Compramos unos pasajes para Barinas con salida a las 3:00am aspirando y recalculando que cuando llegáramos allá temprano saldríamos a Caracas o Valencia con suerte, ya que hoy en día no viajan expresos de Mérida a Caracas directo.

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Retornando a almorzar nos encontramos con Matute, Jossember y Duanny nuevamente, compartimos un almuerzo mochilerisimo, vegano y barato, luego nos fuimos a caminar por la ciudad y de repente estábamos en el Rodeo Mall comiéndonos unos riquísimos Helados Gélatos. Nos calló la noche, ya Marco y yo partiríamos en la madrugada hacia el terminal por lo que decidimos regresar al apartamento y armar las mochilas para irnos. Al rato apareció Jossember embochinchado con 2 amigos más en un carro, nos llevaron hasta la mochi posada donde se hospedaban los chicos para despedirnos y luego darnos la cola hasta el terminal, ya a las 3 de la mañana como se tenía dispuesto salimos.


DÍA 12

El naufragio urbano.

Llegamos a Barinas 7:30 am.

En mi mente todo marchaba bien y en orden creyéndome la idea de que conseguiríamos un carro directo hacia Caracas o Valencia y con muchísima más suerte aún pagando los pasajes por punto o transferencia desde las taquillas. No fue así.

En el terminal se anunciaban todos los viajes, excepto para estas dos ciudades, la mayoría de las taquillas estaban cerradas y a este par les tocó echar la vista hacia el horizonte y con suerte sí, a unos pocos minutos apareció un expreso estilo recoge locos para Maracay, y me acepto la transfer.

»Pero que se la hiciera de inmediato y con papel de la transferencia en mano, del Banco de Venezuela al Banco de Venezuela»

»y que si se llenaban los puestos él no respondía».

Corrí en sentido literal al cyber de Barinas a las afueras del terminal y estaba cerrado, abriría a las 8:00 am, pasaron las 8:00 y ya estaba full de gente, las máquinas eran lentas y había cola para imprimir el comprobante.

Era como estar en una cámara del juego del miedo (Saw). Mientras hacía todo eso estaba en riesgo mi plata y que el autobús se nos fuera.

Ok, ok… No pude hacer la transferencia la página por internet nunca accedió, tampoco me daría chance de imprimir con unas 10 personas por delante y el bus llenándose y a punto de salir…

Buscando quien carajos nos hacía algún avance de efectivo, no importaba si hasta al 100% o aceptar comprar algo con mi tarjeta para que nos llevarán cuesta arriba del territorio nacional ¡Maracay o Valencia, no importa! cualquier opción era una oportunidad para salir del difícil interior del país…

A Marco le quedan unos  -200mil Bs Fuertess y con eso no podíamos salir los 2 (-200 en efectivo) OJO*

Continuamos intentándolo hasta Guanare por menos plata en efectivo, no recuerdo si fueron 25 o 30mil Bs pero eran costos más bajos y nuestros coins desaparecían  ¡Ahora era como entrar en una especie de videojuego, donde debíamos sobrevivir con esos pocos coins y sin contar las estrellitas de hambre que ya se nos desaparecían. (Entiéndase ‘’coins’’ como monedas, en este caso dinero).

Modo mochilero en una Guagua espantosísima y de pie fuimos hasta Guanare. Yo tenía un contacto allá, por si acaso comunique a alguien de aquí que me hiciera el enlace allá pero no fue de total ayuda por la señal.

Allá en Guanare nadie me apoyó tampoco con el efectivo. Ok…. a Marco se le ocurre que ‘si le dábamos pa’ Acarigua’ seguiríamos país arriba subiendo en el mapa con lo poco que traíamos…Y así hicimos, en oooootro autobús  lleno de gente loca y con menos coins cada vez partimos hacia Acarigua.

En Acarigua me asuste. ¡No me gusta ese pueblo y mi experiencia con él durante aquel primer viaje a Mérida! Ahora estábamos más recortados ya era medio día y algo más. Tampoco había autobús para Maracay, Valencia y mucho menos Caracas, nada que nos aceptaban comprar con punto o transferencia.  Una sola señora se llenó de bondad y cuando me acepto hacer un avance del dinero en efectivo, se fue la luz en todo el pueblo, fui con su empleada hasta el C.C. Llano Mall y para mi suerte según una empleada de allí…Ahí no había cyber. Regrese con el rabo entre las piernas. Era más peladera de bola y menos plata.

Doy unas vueltas por el terminal respiro profundo y veo un recoge locos con caras de ex presidiarios dentro que iban hacía Barquisimeto. Me hice ‘’La Willie’’ como dicen HAHAHA.. No quería viajar ahí. Y a Marco se le ocurre decirme que pregunte a donde va ese’ y en cuanto. Era para Barquisimeto obviamente (ya lo sabía) por tan solo 25mil Bs. Al final nos fuimos. HAHAHAHA.

Otro viaje de rockandroll más… Llegamos 6:00pm a Barquisimeto, bien varados, bien cansados y sin una opción en ese terminal desde las taquillas para Caracas. ¿Qué hacemos?

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Ciudad de Barquisimeto. Edo. Lara.

Por suerte tenemos algunos contactos y amistades mochileras en otras partes del país y nuestra salvadora en esta oportunidad fue Yanin. Nos recibió en su casa nos dio cenita, presto la ducha y un espacio para dormir. Ah, pero eso no fue así tan rápido y fácil, antes nos tuvo que dar  la dirección para llegar hasta su casa, donde tuvimos que atravesar otra travesía urbana para dar con ella.

Nos dirigimos a la Av. Tostao Bolívar en Barquisimeto, así gritaban desde los camiones, el transporte público e interno en la ciudad, el mismo donde nos tocó viajar, atravesar varias autopistas, semáforos, calles, cruces y hasta 2 cementerios gigantescos, guindada en una baranda de aquel camión incrédula de lo que me pasaba acompañada con unas 20 personas más. Llegamos a una esquina, según era peligrosa, ahí nos tocaba esperar otro camión que nos llevaba hasta adentro, no tardo tanto en llegar y entramos a la Urbanización de La Villa Productiva, donde ya a esa hora cayendo la noche tampoco había luz.

Al rato volvió, entramos a su casita y que buen asilo tuvimos. ¡Gracias Yanin!.

DÍA 13.

Al despertar ya teníamos un plan. Yanin nos pondría en contacto con un amigo de ella transportista que viajaría esa tarde hasta Caracas o nos haría alguna salvedad con el efectivo pagándole desde transferencia. Pero así no fue. El transportista nunca llegó y desde el otro rincón de Venezuela en donde se encontraba decidió viajar hacia Valencia y no pasar por Barquisimeto. Un rato más tarde Yanin se tuvo que ir a hacer sus diligencias, lo único que ella nos podía ofrecer  era su casa nuevamente .

Comenzaba nuestro calvario en el terminal de Barquisimeto, pasaban las 9:00am y aún no teníamos una solución o apoyo por parte de los transportistas de cómo salir de ahí.

Otra vez: 0 transportes para Caracas, 0 pagos con punto o transferencias.

-¡Yo me voy hoy porque me voy!. -Le dije a Marco ya obstinada-.

¿Qué sucedió? Surgió el emprendimiento mochilero. El arte de no quedarte pegado y resolver hasta las últimas consecuencias. Me fui a caminar y ver que encontraba.

Regresé a donde Marco, después de hablar con tantos ‘dementores’ del terminal.

-Marco… ¡Tengo una idea!.

-Vamos a ir a aquellas tiendas de allá que si aceptan pagos en puntos y vamos a comprar cajas de cigarros con tu tarjeta, se los vamos a vender a los vendedores ambulantes por menos plata en efectivo ¡Y con eso nos vamos!

‘’Me sentía emprendedoraaaa’’ muajajajaja…

Y así se hizo…. Al fin después de tantos intentos pudimos conseguir algo de plata en efectivo de ese modo, una encava y un muchacho que siempre nos apoyó en conseguir unos puestos por menos plata, nos adelantó algo y le regalamos 1 caja. Sin contar las penumbras que vivimos en ella porque después devolvieron todos nuestros bolsos de los que viajábamos a dentro del bus, fueron 6hrs aproximadamente de viaje y con suerte ya a las 6:00 de la tarde estábamos en Caracas.

Me despedí de Marco en la estación Chacao y salí a la ciudad ya de noche, mi selva de cemento pero en donde mejor podría defenderme; fui al encuentro con mi  »Ángel» número 4872 que me facilitó un poco más de efectivo para retornar a mi ciudad dormitorio y ya a las 7:30pm  tomaba el metro de Caracas con destino a  mi estación mientras sonaba ‘’El mundo que soñé’’.

¡Que linda eres Venezuela, pero que difícil estas!.

Conocer a mi país como lo he venido haciendo me ha brindado la experiencia de sentirlo; con sus contrastes humanos, culturales, sociales y en conjunto al encanto de sus riquezas y paisajes naturales que posee, todo desde la raíz. Si te digo que es fácil, no lo es. Pero lo vale! 1, 2 y 3 veces cuesta no amarte Venezuela. 

#MochileandoporVenezuela

Gracias a Dios, a los Ángeles y a mi Madre..

Gracias a Marco… Por la guiatura, el apoyo, la travesía y haberme impulsado a realizar este viaje y cumbre en el momento justo.

Gracias a Rossana Spadafora, por una pieza clave de la indumentaria.

Gracias a Henrry, ni se quién es pero me guio en algo durante el trayecto Caracas-Los Teques.

Gracias a ‘La chica del terminal’ jajajaja.. Eres mi mejor amiga en todo Maracay.

Gracias a  Anieli, por el apoyo en el BigLow (Terminal de Valencia).

Gracias a Pedro, por aparecer e ir al rescate de mis documentos.

Gracias a Anthony y a Keeyler, por el apoyo físico en aquel momento, las risas, el jabón, la pasta dental…etc, etc, etc.

Gracias a Juan Carlos y Jorge Oropeza, por la excepción y hospitalidad de primera en el Mukumbarí.

Gracias a Raúl por aquella rica cena en La Abadía.

Gracias a Yanin, por el asilo en Barquisimeto.

Gracias a José Luis, por el efectivo a último tiempo.

Y a todos los que me acompañaron durante…

-SOUNDTRACK DEL VIAJE-

Foster The People – Doing It for the Money

Broken arrows – Avicii

Maria – Blondie.

Beber de tu sangre – Los Amantes de Lola.

C4 Trio – Media Luna Andina

El mundo que soñé – Cantamos por la Paz de Venezuela.

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